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En esta entrevista, conversamos con José Miguel González, encargado de Sustentabilidad de la Municipalidad de Vitacura, para conocer más sobre los desafíos ambientales a nivel comunal, nacional y mundial, y cómo se están abordando estos problemas mediante programas de valorización de residuos orgánicos.

¿Cuáles son los desafíos a nivel comunal, nacional y mundial en términos de sustentabilidad?

Voy a comenzar por lo macro. No es novedad que hay mucha preocupación por el tema del cambio climático y las repercusiones que tendría en los ecosistemas, la flora, la fauna y la sociedad. En ese sentido, durante las últimas décadas los países han empezado a reunirse en instancias internacionales, como la COP por ejemplo, para enfrentar esta situación a través de la formulación de diversos compromisos ambientales.
En esa línea, Chile también ha establecido metas, siendo la más relevante alcanzar la carbono neutralidad para el año 2050. A partir de esto es cómo se configura el quehacer nacional y local en materias ambientales, dónde aparece el impulsar la correcta gestión de residuos orgánicos e inorgánicos como parte del trabajo por hacer.

¿Cuáles son los objetivos de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO) y cómo se liga el programa?

La Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO) surge como respuesta a la necesidad de gestionar correctamente los residuos orgánicos que, en promedio, representan más de la mitad de los residuos generados en los hogares chilenos. La principal meta del a ENRO que lograr que para el año 2040 valoricemos el 66% de los residuos orgánicos generados a nivel municipal, a través de diferentes líneas de acción. Actualmente, en Chile se valoriza menos del 1% de estos residuos, por lo que hay mucho trabajo por hacer.

¿Cómo se implementan estas estrategias a nivel local en Vitacura?

El Programa Piloto de Residuos Orgánicos que estamos implementando en Vitacura se alinea con la meta establecida por la ENRO, a través de la recolección domiciliaria de los residuos orgánicos de los vecinos inscritos en el programa. Además, tenemos incluidos en el servicio a dos colegios municipales. y para la versión que se viene ahora estamos trabajando para incluir a jardines infantiles.
Con esto buscamos aportar a la educación y concientización ambiental, que son esenciales para impulsar las temáticas medioambientales. Es clave que estas generen sentido en las personas, porque ser más cuidadosos con el medio ambiente siempre implica un esfuerzo mayor.

Otra cosa importante es que el compost generado se entrega a las comunidad, tanto en actividades educativas y como a las y los vecinos directamente. Es muy interesante poder darle circularidad a los residuos, el vecino envía sus residuos orgánicos y recibe compost a cambio. Así, la gente entiende que los residuos orgánicos no son basura, sino material con valor para la naturaleza.

¿Qué metas y programas específicos están en marcha en la comuna de Vitacura?

Actualmente, tenemos 1,100 vecinos inscritos, además de estar funcionando en dos colegios municipales, donde valorizamos alrededor de 20 toneladas de residuos orgánicos al mes.  Estamos constantemente haciendo pruebas y monitoreando para mejorar. Además, estamos implementando una nueva versión, con 3.200 cupos para vecinos y con otras condiciones para seguir aprendiendo y optimizando el proceso. La idea es poder pulir este programa y que eventualmente sea replicable para otras comunas, aunque tengan menos recursos.

¿Cómo ha sido la transición del programa desde sus inicios?

Antes de implementar el programa, tratamos de anticiparnos a todo lo posible, pero es inevitable que surjan nuevos desafíos. En los primeros meses de implementación, enfrentamos muchos debido a la falta de referencias nacionales en temas de valorización de residuos orgánicos a nivel domiciliario. Los tres primeros meses fueron los más desafiantes, especialmente para lograr los mil inscritos que necesitábamos. Tuvimos que ajustar muchos aspectos operativos y administrativos. La mejora ha sido continua y estamos afinando los procesos constantemente para encontrar la mejor forma de implementar este programa en toda la comuna.

¿Qué es lo que más me gusta de trabajar con el Programa de Residuos Orgánicos de Vitacura?

Por un lado, me gusta porque es innegable que es un aporte a la comuna y a la temática ambiental. Poder valorizar los residuos orgánicos de manera correcta es muy importante a nivel comunal ambiental y representa una parte crucial de la gestión de residuos municipales. Es una acción fundamental si queremos luchar contra el cambio climático.

Por otro lado, a nivel profesional, es muy desafiante debido a que aún está en una etapa muy incipiente en Chile. Hay muy pocos municipios que están tomando acciones reales en esta área, por lo que poder colaborar y ser parte del desarrollo de este programa y de la concientización ambiental es muy gratificante. Me permite estar en el centro de la acción, probando cosas que no se han intentado en Chile y explorando nuevas formas de hacer las cosas. Profesionalmente, es muy valioso poder estar presente y contribuir de esta forma.

¿Qué has aprendido en este tiempo trabajando en este proyecto?

Lo más importante que he aprendido es que la concientización ambiental es clave, todo parte de ahí. Programas de esta índole siempre representan un esfuerzo extra para el usuario versus no hacer nada, y no hay forma de impulsarlo si no se llega al vecino a través de la conciencia y la educación ambiental, porque ellos son quienes finalmente llevan a cabo las acciones.

La labor de los municipios es fundamental para cumplir con las metas nacionales, y por ende la de los ciudadanos. Es crucial saber llegar al vecino, la educación ambiental es esencial para impulsar todas las temáticas ambientales en general.

¿Qué piensan las y los vecinos del programa?

A los vecinos les gusta mucho el programa, se ve tanto en los comentarios como en las mismas encuestas que realizamos cada cierto tiempo para monitorear el proyecto. Existe un gran compromiso y un interés genuino por entender la importancia de valorizar estos residuos.

Además, les interesa recibir compost para usarlo en sus jardines. Este compost también ha sido útil para realizar actividades educativas en colegios, como plantaciones masivas con familias y estudiantes en diferentes parques. Hemos incluido a dos colegios municipales en este piloto, y les ha gustado mucho, sobre todo el poder gestionar los residuos orgánicos de las cocinas. Hemos recibido muchos correos preguntando cuándo habrá más cupos y cuándo su unidad vecinal podrá integrarse al piloto, están ansiosos e que se amplíe para poder unirse. Eso le da sentido a nuestro quehacer.