En el corazón de la comuna de Zapallar, Chile, se gesta una transformación ambiental significativa gracias al Programa de Residuos Orgánicos. Alicia Vásquez Hernández, encargada de Sustentabilidad en la Municipalidad, es parte del equipo que gestiona este proyecto desde hace casi dos años, marcando un impacto notable en la comunidad.
En esta entrevista, Alicia comparte sus experiencias sobre el contacto continuo con los vecinos, la cálida recepción de la comunidad al programa y los cambios observados en la gestión de residuos. También reflexiona sobre los desafíos venideros para lograr una gestión de residuos más circular y sostenible en Zapallar. Descubramos junto a Alicia cómo la colaboración ha impulsado un cambio significativo en la comuna hacia la sustentabilidad.
Como encargada de Sustentabilidad en la Municipalidad de Zapallar, ¿podrías contarnos qué es lo que más disfrutas al trabajar en el Programa de Residuos Orgánicos de la Comuna?
Hay dos aspectos que me encantan de trabajar en este programa. En primer lugar, el contacto continuo con los vecinos de la comuna es enriquecedor; su participación y colaboración son fundamentales. En segundo lugar, la coordinación que hemos logrado con el personal de la empresa Local Compost es excelente.
¿Cómo ha sido la recepción de los vecinos respecto al programa?
La respuesta de los vecinos ha sido sumamente positiva. Muchos se sorprenden al descubrir que este servicio tan completo es totalmente gratuito. Su participación activa y su apoyo han sido increíbles.
¿Qué cambios has observado en la comunidad desde la implementación del Programa de Residuos Orgánicos?
Ha habido una notable organización en la comunidad. Ahora comprenden la importancia de notificar solo cuando no tienen residuos y conocen perfectamente los días asignados para cada localidad. Además, son ellos quienes, en muchas ocasiones, promocionan el programa entre otros vecinos. Por otra parte, ha crecido la conciencia ambiental, la relevancia que se le da al reciclaje y a la revalorización de los orgánicos.
¿Puedes hablarnos un poco sobre el crecimiento y los desafíos que ha enfrentado el programa durante estos casi dos años de implementación en la comuna?
El programa ha experimentado un crecimiento significativo, con la participación de más de 1400 personas. En este camino, nos hemos adaptado a las necesidades de la comunidad, desarrollando el programa con resiliencia y aprendiendo de la experiencia. Durante estos dos años, hemos inculcado nuevos hábitos en la gestión de residuos orgánicos.
¿Cuáles consideras que son los desafíos futuros para el programa?
Nuestros desafíos se centran en lograr la circularidad y alcanzar las metas propuestas por el gobierno, siguiendo diversas estrategias de políticas públicas, como la ENRO.